Dos de los bases más talentosos que ha dado el baloncesto español en general y la cantera de la penya en particular, dos jugadores con una visión de juego fuera de lo habitual, con magia, de esos que hacen que saltes del sillón con sus pases y driblings.
Ayer he vuelto a ver similitudes entre ambos, aunque esta vez por cosas más negativas, una lesión de rodilla en el peor momento posible. Esperemos que Ricky no corra la misma suerte que Raül y no perdamos un jugador diferente, de esos que aparecen de pascuas en flores.